Hoy tenemos varias
celebraciones: comienza el nuevo año, es la octava de Navidad con la
circuncisión de Jesús e imposición de su nombre, es una gran fiesta de la Virgen con el título de
Madre de Dios, y es la jornada mundial sobre la paz.
1. Comienza el
nuevo año. Esto no es una celebración litúrgica, sino algo sólo convencional en
el calendario civil. En otras civilizaciones o culturas comienza el año en
otras fechas. Lo nuestro del 1 de Enero viene de una costumbre romana en que
comenzaban a regir los cónsules. Pero es una ocasión y una oportunidad para
pensar que el tiempo pasa y que debemos hacer realidad lo de: “año nuevo, vida
nueva”. El tiempo no es algo fijo, nosotros pasamos por él y ya no lo podemos
recuperar, sólo podemos aprovechar mejor el que va a venir. “El tiempo es un
círculo, decía el cardenal Ratzinger. La tierra realiza su carrera,
prescindiendo del sufrimiento y de las espe-ranzas de los hombres que sobre
ella viven. Sin la fe, nuestro calendario no es otra cosa que la medida de las
rotaciones de la tierra. Pero la fe transforma el tiempo”. Por eso aprovechemos
el comienzo de un nuevo año para una mayor limpieza de nuestras culpas y un
hermoso deseo de aprovechar esta oportunidad que nos da Dios”.
El nombre de Jesús
se lo puso el mismo Dios. Así el ángel se lo dijo a María y a José. Los
israelitas daban mucha importancia al significado, y Jesús significa “Dios
salva”. Debemos poner mucho amor y confianza al pronunciar este bendito nombre.
3. Celebramos hoy
también la solemnidad de María Madre de Dios. Es el mayor título que un ser
creado puede tener. Ha habido muchos que dicen ser impropio de María llevar ese
nombre porque a Dios nadie lo ha hecho. En parte tienen razón; pero María es la
madre de Jesús y, como Jesús, además de hombre, es Dios, a su madre la podemos
llamar Madre de Dios. Así lo entendieron los obispos reunidos en Éfeso en el
año 431. Y desde entonces así la proclamamos, señalando la unión tan profunda
con su Hijo “en las penas y alegrías”, y también en la redención y en las
gracias que Dios nos va dando. Por eso es también nuestra madre espiritual y
madre de la Iglesia. En
este día nos alegramos por las maravillas que Dios ha hecho en su madre. Pero
ella, aun colmada de dones, siguió siendo libre y cooperó generosamente. Si
María es nuestra madre, la contemos nuestros problemas y pidamos su ayuda para
superarlos; pero sobre todo hagamos en este nuevo año lo que gustaría a nuestra
madre del cielo.
4. Jornada mundial
de la paz. Así se llama este día desde 1967. Todos los años el papa nos da un
mensaje especial sobre la paz. Este año el tema es: “No esclavos sino
hermanos”. Nos dice cómo el ser humano está hecho para relacionarse en justicia
y caridad. Sin embargo se ha dado la esclavitud, que en tiempos era tenida como
legal. Hoy es un “crimen contra la humanidad”. No obstante siguen muchas clases
de esclavitudes: Muchos vendidos para actividades ilegales. Todos debemos hacer
algo positivo: desde los gobiernos a la gente de la calle. Debemos devolver la
dignidad a las personas, para que nuestros hermanos y hermanas no se sientan ser objeto o mercancía
propiedad de otro, sino verdaderos hijos de Dios. Que María, madre de Dios y madre nuestra nos
ayude a conseguirlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario